Cali sucursal del cielo
Dentro de sus numerosos sitios de interés turístico, se destacan el lago artificial de Calima, donde se realizan deportes náuticos, la isla de Malpelo, las playas de Juan Chaco, La Bocana y Ladrilleros, el museo de la Caña, el parque de la Caña y Juanchito.
Las actividades sociales culturales y artísticas están representadas por la feria internacional de la caña de azúcar en Cali, el festival de la canción de Buga, el festival del Mono Nuñez en Ginebra, la feria de la agricultura de Palmira, las ferias agropecuarias de Palmira y Tuluá. A nivel natural cuenta con el parque nacional natural Los Farallones, con los departamentos de Chocó y Risaralda el parque nacional natural de Tatamá, y con el departamento del Tolima, el parque nacional natural de Las Hermosas.
Cali: Sucursal del Cielo:
Cali se distingue en Colombia como capital de la “rumba”, la fiesta callejera, el baile y la salsa. Los caleños han desarrollado una cultura lúdica y hedonista, en armonía con el entorno natural y la vida campestre.
Cali es una ciudad de grandes espacios para el turismo y la recreación. La capital del Valle del Cauca es la tercera ciudad de Colombia, y abundan en ella las mujeres hermosas, los sitios de valor histórico y espacios para la diversión diurna y nocturna que hacen de ella una meca del turismo. Cali es uno de los principales centros económicos e industriales del país y el principal centro urbano, económico, industrial y agrario del suroccidente colombiano
Las actividades sociales culturales y artísticas están representadas por la feria internacional de la caña de azúcar en Cali, el festival de la canción de Buga, el festival del Mono Nuñez en Ginebra, la feria de la agricultura de Palmira, las ferias agropecuarias de Palmira y Tuluá. A nivel natural cuenta con el parque nacional natural Los Farallones, con los departamentos de Chocó y Risaralda el parque nacional natural de Tatamá, y con el departamento del Tolima, el parque nacional natural de Las Hermosas.
Cali: Sucursal del Cielo:
Cali se distingue en Colombia como capital de la “rumba”, la fiesta callejera, el baile y la salsa. Los caleños han desarrollado una cultura lúdica y hedonista, en armonía con el entorno natural y la vida campestre.
Cali es una ciudad de grandes espacios para el turismo y la recreación. La capital del Valle del Cauca es la tercera ciudad de Colombia, y abundan en ella las mujeres hermosas, los sitios de valor histórico y espacios para la diversión diurna y nocturna que hacen de ella una meca del turismo. Cali es uno de los principales centros económicos e industriales del país y el principal centro urbano, económico, industrial y agrario del suroccidente colombiano
Actividad cultural
Por las noches, los caleños rinden culto al baile. En Juanchito, los humildes tablados de la zona mulata son ahora danzódromos muy concurridos por todo Cali y por los turistas.
Cali y el Valle del Cauca se identifican por su gastronomía tradicional, una cocina que funde las herencias española, indígena y africana, dando un sabor único. Así nacen el sancocho de gallina, el arroz atollado, la sopa de tortillas, el aborrajado, las tostadas de plátano verde con hogao y los tamales.
Además, sus valles cañeros originaron una variedad de dulces como las colaciones, el manjar blanco, la gelatina, las cocadas y el champús, bebida hecha con maíz, pulpa de lulo, trozos de piña, canela y melado de panela.
Por las noches, los caleños rinden culto al baile. En Juanchito, los humildes tablados de la zona mulata son ahora danzódromos muy concurridos por todo Cali y por los turistas.
Cali y el Valle del Cauca se identifican por su gastronomía tradicional, una cocina que funde las herencias española, indígena y africana, dando un sabor único. Así nacen el sancocho de gallina, el arroz atollado, la sopa de tortillas, el aborrajado, las tostadas de plátano verde con hogao y los tamales.
Además, sus valles cañeros originaron una variedad de dulces como las colaciones, el manjar blanco, la gelatina, las cocadas y el champús, bebida hecha con maíz, pulpa de lulo, trozos de piña, canela y melado de panela.
Viaje por la Costa Pacífica vallecaucana
Vacías, las lanchas se bambolean en las orillas del muelle turístico de Buenaventura y cuando tienen el cupo completo parten sin demora hacia el norte, donde remata la bahía y donde el litoral vallecaucano es dibujado con espectaculares playas bañadas por el Océano Pacífico.
Los viajeros acostumbrados a la navegación reservan los puestos de atrás, pues saben que la furia del océano levanta una y otra vez la parte delantera de la embarcación y ese traqueteo es una odisea. Junto al motorista, además, pueden conocer las fábulas que rondan esta zona.
Bahía Málaga: lugar donde se encuentra la Base Naval, alberga 32 islas e islotes llamados el archipiélago de la Plata, que proveen la temperatura y la alimentación ideal para que las ballenas jorobadas puedan aparearse. En el remate norte de la bahía de Buenaventura está localizada La Bocana, una aldea de negros bañada por los ríos Dagua y Anchicayá, afluentes que durante el sendero Santa Clara forman piscinas y cascadas de agua dulce que vale la pena visitar.
Allí, también, está Isla Paraíso, una tierra flotante con playas que se ven rojizas por la gran cantidad de cangrejos que la habitan y Piangua, un pequeño caserío donde el oleaje tranquilo y las playas solitarias permiten fundirse íntimamente con el paisaje.
Otro destino atractivo del Valle del Cauca es su Costa Pacífica, donde se encuentra Bahía Málaga, Isla Paraíso, el Parque de Isla Palma y la Isla Cangrejal.
Los encantos de Juanchaco no son tan evidentes, no son primerizos y, paradójicamente, por este atributo la población se torna memorable. Es la puerta de entrada al Parque de Isla Palma, una gran roca cubierta de bosque que sirve de alimento a vastas poblaciones de aves acuáticas y que está rodeada por un mar de tonalidades verdes, color que sorprende y que se produce por no recibir ríos que transporten sedimentos.
Vacías, las lanchas se bambolean en las orillas del muelle turístico de Buenaventura y cuando tienen el cupo completo parten sin demora hacia el norte, donde remata la bahía y donde el litoral vallecaucano es dibujado con espectaculares playas bañadas por el Océano Pacífico.
Los viajeros acostumbrados a la navegación reservan los puestos de atrás, pues saben que la furia del océano levanta una y otra vez la parte delantera de la embarcación y ese traqueteo es una odisea. Junto al motorista, además, pueden conocer las fábulas que rondan esta zona.
Bahía Málaga: lugar donde se encuentra la Base Naval, alberga 32 islas e islotes llamados el archipiélago de la Plata, que proveen la temperatura y la alimentación ideal para que las ballenas jorobadas puedan aparearse. En el remate norte de la bahía de Buenaventura está localizada La Bocana, una aldea de negros bañada por los ríos Dagua y Anchicayá, afluentes que durante el sendero Santa Clara forman piscinas y cascadas de agua dulce que vale la pena visitar.
Allí, también, está Isla Paraíso, una tierra flotante con playas que se ven rojizas por la gran cantidad de cangrejos que la habitan y Piangua, un pequeño caserío donde el oleaje tranquilo y las playas solitarias permiten fundirse íntimamente con el paisaje.
Otro destino atractivo del Valle del Cauca es su Costa Pacífica, donde se encuentra Bahía Málaga, Isla Paraíso, el Parque de Isla Palma y la Isla Cangrejal.
Los encantos de Juanchaco no son tan evidentes, no son primerizos y, paradójicamente, por este atributo la población se torna memorable. Es la puerta de entrada al Parque de Isla Palma, una gran roca cubierta de bosque que sirve de alimento a vastas poblaciones de aves acuáticas y que está rodeada por un mar de tonalidades verdes, color que sorprende y que se produce por no recibir ríos que transporten sedimentos.